jueves, 29 de abril de 2010

Haceme caso, nena:


¡¡bajá un cambio antes de estrolarte contra la pared!!

Sí, ya sé, hacía mucho que no. Y es que sí.
Sí, te entiendo.
No, no te digo que te quedes en el molde, porque no.
Pero relajate.
Pensá en otra cosa.
Olvidate un poco de eso.

Y estate lista para esquivar la pared y pasar por el agujero de la puerta.
O, peor aún, estate lista para que no haya paredes, ni golpes, ni caídas.

Lo que sería aún más peligroso.

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