miércoles, 29 de junio de 2011

Trabajando en pos

Acá se trabaja en pos de.
Porque nos enseñaron que si tú tienes la razón y no hay oposición, entonces.
Tengo razón y que el que se oponga levante la mano, así le puedo depilar las axilas.

lunes, 27 de junio de 2011

Junio

Hace frío y hacen días grises. Hace invierno nuevo y desempolvar ropa con olor a lana vieja.
Días cortos que hacen que se acorten las ganas y los descansos. Días de 6 de la noche y de abrigos que no alcanzan para no sentir la nariz fría y el corazón en un pañuelo.

Hace mucho junio por estos lados.

Y sería bastante positivo que la primavera se apurara un poco, que tengo más tierra en casa y ganas de cantero y huerta.

martes, 21 de junio de 2011

¿Ella?

Se duda a sí misma.
Se mira y no sabe saludarse. Se ignora y se da vuelta la cara. No quiere tener que darse explicaciones también a ella.
Porque no se sabe si es ella misma o no.
Se desconoce cuando intenta verse en espejos de colores y los espejos de colores no ayudan.

No quiere desperdiciarse, pero no sabe qué hacer consigo misma.

Intenta. Vuelve a mirarse.

Y la imagen es rara.
Como aguada, acuosa, aguachenta. Aguafiestas. Aguatera.

Como si fuera necesario prender el limpiaparabrisas y sacudirse, como perrito recién bañado. Tirar barro para todos lados y salpicar las paredes y los sillones y los rincones. Y quienesquieran ser salpicados.

Para que haya colores y haya ella.

De nuevo.

lunes, 20 de junio de 2011

Post

Y ahora estoy que necesito bajar, porque volar tan alto me marea y me borra las perspectivas reales.
Vuelta a poner los pies en la tierra y a comprender la finitud de las cosas y la simpleza de una vidita simple, que se llena con colores y canciones, pero que no deja de ser una simple vidita simple, un poco emperifollada de magia.
Y dale que dale y que dale que va. Pero siempre entendiendo que la calesita sirve para dos cosas: o para bajarse cuando termina la vuelta, o para romperse el alma intentando conseguir la sortija que te deje una vueltecita más, calesitero.

martes, 14 de junio de 2011

Dos

Somos un uno de cuatro manos que se recorren al compás y saben bailar a destiempo.
Somos cuatro manos que invierten en fantasías y que descubren superficies azules y colores que suben por la piel hasta desarmarla. Somos rayos de luna que no quieren encerrarse en una piel que nos hace mortales. Somos rayos de luna que se tiñen de color y estallan en un instante de silencio ajeno, cuando opacamos la luz y le hacemos sombra al viento.
Somos recíprocos en suspiros y nos sabemos un uno múltiple en aristas, en sueños y en ganas de.