miércoles, 10 de febrero de 2010

Ay que sequía de amoooooor


Frente a la sequía, hay distintos caminos para seguir.

Excavar por agua:
Excavar por agua es un tema jodido. Tenés que estar muy seguro de que vas a encontrar agua. Si no, terminás acalorado, con más sed que antes, y con las manos lastimadas. La excavación debe hacerse solamente con las herramientas debidas y en lugares seguros. Es divina la sensación del agua saliendo a borbotones, pero es peligrosísimo pifiarla.
Creer en oasis:
La sequía nos hace ver visiones. Oasis en el medio del camino. Un lago cristalino, con palmeras y hamacas paraguayas. El oasis es prometedor. Te sopla una brisita divina y te invita a acercarte. El problema es que te acercás, y cagaste. Porque se desvanece, por completo. Bum. Cuanto más atractivo se haya presentado ante tus ojos, más rápido se va a desvanecer. Ojo.
Un cactus por la superviviencia:
El centro es blando y jugoso y te traerá la solución, pero llegar hasta ahí es doloroso, horripilante. Te van a sangrar los dedos, sabelo.
Esperar:
Yo opto por esta opción. En algún momento, la tormenta va a llegar, aunque parezca una tormenta de barro. Va a llegar la tormenta, que va a traer agua y relax y alegría. Y esperar se vuelve maravilloso, al final del camino.

Porque no hay nada más lindo que ver cómo los otros sedientos se rasgan las vestiduras por un poco de agua, que se convierte en oasis, o en serpiente venenosa.

Sólo eso te quería decir.


4 comentarios:

Yoga Vasistha dijo...

GUAU... y todo eso por un poco de H2O...

Se nos vienen años complicados con el agua... sobretodo sino la cuidamos como oro...

asi que tendriamos que ir aprendiendo la samba de la lluvia!!!!!!

Martín dijo...

Yo sigo esperando, esperando, esperando, mientras que a mi alrededor caen chaparrones.

Feroz dijo...

O hacete amiga del sodero. No será el agua de tus sueños, pero te satisface las necesidades básicas! jauaja

Anónimo dijo...

Yo siempre fui partidario de esperar, pero cada vez que me llega algo es solo una lluviecita pasajera nomás, y estoy harto de lluviecitas de morondanga. A ver si se larga fiero de una buena vez! Y sino, voy a partir a la primera camella que se cruce por el camino. Dicen que tienen agua en las jorobas, no?

Lindo el blog, Chomba! Chomba Piqué me suena a nombre de heroína :) Gracias por solidarizarte con la justa causa de la bici en Mística!

Un abrazo, Damián