sábado, 11 de septiembre de 2010

Estresha

El otro día tocó en No Avestruz (¡qué lindo lugar!) y yo lo miré sentada con Jose en los almohadones de la primera fila.
En el intervalo, se escapó un ratito y se tiró en el piso conmigo. Me abrazó y me dijo: "Gracias por venir".
Ya en la segunda parte del recital, me hizo una cara graciosa, desde el escenario, cuando me vio con la cerveza en la mano. Sonreía cuando me veía aplaudir.

Cuando terminó, me abrazó y me dijo: "Gracias por venir."
Yo no podía agradecerle por el buen rato, porque era redundante.

Agregó: "Mientras estaba tocando, me vino una linda imagen a la cabeza. ¿Te imaginás cuando estemos en este mismo lugar, vos con el cajón, yo con la guitarra y los dos con nuestras canciones?"

Ahora ya no escribo poemas, ahora escribo "canciones".
Algunas ya tienen música y todo. Y son, como dice él, "nuestras".

1 comentario:

Panqueca dijo...

Música para el alma, y mejor si viene de la mano de otra alma :)

(gracias por la tira ♥)