Para ser realmente cursi y no sentirte disminuído o poco querido o, inclusive, un poquito idiota, es más que necesario una contracursilería que te retruque lo que estás diciendo.
Estoy llegando a niveles tales de empalague que hasta a mí me sorprenden.
Soy feliz.
1 comentario:
Hay que escuchar al corazón (?)
mentira, no sé que comentar, pero tenía ganas de pasar a leerte y que lo sepas.
Beso y salút por esa felicidad!
Publicar un comentario