viernes, 13 de agosto de 2010

II. (Contrapartida)

Para ser realmente cursi y no sentirte disminuído o poco querido o, inclusive, un poquito idiota, es más que necesario una contracursilería que te retruque lo que estás diciendo.

Estoy llegando a niveles tales de empalague que hasta a mí me sorprenden.

Soy feliz.

1 comentario:

Panqueca dijo...

Hay que escuchar al corazón (?)

mentira, no sé que comentar, pero tenía ganas de pasar a leerte y que lo sepas.

Beso y salút por esa felicidad!