Me despeinaste las ganas y me sonreíste con ojos chiquitos.
Me hablaste y me pediste que me quedara, me preguntaste cosas y te reíste de casi todas mis respuestas.
Yo hablaba como si fueras la última persona que iba a conocer mis secretos. Te dije que quería seguir creciendo y te sorprendiste por la respuesta.
Vos escuchabas, acotabas, respondías y sonreías.
También me besaste.
Me robaste besos absurdos y jugaste en mi mejilla, reconociéndome.
Conseguí que te acordaras mi nombre y mi cara, para volverme, irremediablemente, estándar.
1 comentario:
Standard. JA! Claro. Justo vos :)
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