sábado, 5 de junio de 2010

China ataca Kamchatka


Se acaba de ir de casa mi amigo Mati, que vino a tomar té y contarme sus males de amor.
Una historia más de esas que están llenas de noséquéquiero y yotequieroperonoestoybien.
Hablamos de las relaciones humanas y de este TEG interminable. Intenté escucharlo y aconsejarlo sin meterme demasiado en el fango y pensando que todos estamos muy histéricos, que flota en el aire una nube de alteración masiva y que el psicoanálisis en exceso es una garcha.

Yo, por mi parte, sigo cosechando arrepentidos.
Y eso también apesta.

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