Le preguntan cómo está. Ella sonríe y responde: "Feliz".
Y toda una turba de incrédulos se le vienen al lomo. Están aquellos que le festejan la gracia, los que le discuten la osadía.
Ella arremete, pero tiene un grupo difícil de disuadir. Porque si decís que sos feliz, aparentemente, estás olvidando algo. O estás tapando algo. Si sos feliz, es porque no tenés la capacidad de ser triste, le responde un valeroso contrincante. Nadie puede ser feliz todo el tiempo.
Ella responde que no, y siente algo de lástima por ellos. Ella responde que sí se puede ser feliz todo el tiempo. Que la felicidad no es un estado momentáneo, sino una elección de vida.
Hoy, ella es feliz porque usó pollera toda la semana.
Y eso le basta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario