Llevo valor, llevo juventud,
llevo mi fe en volver, amor,
llevo cartas que nunca te di,
llevo mi fe en volver, amor,
llevo cartas que nunca te di,
llevo la luz que nos despertó.
Me fui sin dejarte la última carta. La última vez que fui a visitarte la tenía guardada en el bolso y pasé un buen rato encerrada en mí, pensando en qué momento iba a dejarla, o cómo. Si no quería dejarte a vos, ¿iba a poder dejar esa carta, también?
Si la sola idea de irme y despedirme me volvía chiquita y me hacía triste. Te había vuelto a encontrar, en tu esplendor de sol y creatividad. En ese mundo de cellos y origamis y colores y puertas. Te había obligado a imaginar magma verde, y me habías sonreido, una vez más. ¿Despedirme?
Y, por otro lado, ¿qué sentido tenía decirte tan cobardemente las cosas que no me animaba a decirte a los ojos? ¿No eran cosas que estaban ya implícitas? El día que intenté decirlo, hicimos un pacto de silencio. Porque los dos sabíamos las mismas cosas, y tuvimos la misma facilidad para callarlas.
Sos único, sos lejos, sos una estación de tren y un sacudón de recuerdos.
Yo sigo guardando la carta que nunca te di. Para no dártela nunca, para saber que no pude ni quise despedirme, y para juntar ganas de decirte la verdad de todo cuando te vuelva a ver, sol y cielo.
2 comentarios:
uuffff... que loco es callar... y que loco es decir... lo mejor es el equilibrio... el problema de callar es que el otro no sabe... y no esta obligado a darse cuenta...
el prblema de decir es que el otro no va a entender!!!!
yo de nuevo -porque comenté el otro post antes que este-,
te gusta onda vaga!
yo estudio letras, en córdoba, querés que seamos amigas?
jajajaja.
bueno, no, así no.
sólo viene a cuento porque tengo un leve problema con la amistad con el otro sexo, de alguna manera ellos suelen confundirse entonces me dijeron que tenía que preguntarle a la gente si quería ser mi amiga, así como para ahorrarse cuestiones posteriores,
pero bueno, entonces sólo sería graciosa mi pregunta bajo esta línea.
Fin.
jajaja
Un beso,
Publicar un comentario