Me imaginé en terapia creativa de artesanías multicolor, y las palabras se confundieron con las cuentas y con las mostacillas. Un hilo encerado, dos muy, 4 maderitas de color rojos y repetimos. Muy, Muy, rojo, rojo, rojo, rojo, Muy, Muy, rojo, rojo, rojo, rojo, negro, Ahora, Muy, Muy, Ahora, negro, rojo, rojo, rojo, rojo. Y completamos la serie. Nos alcanzamos los hilos entre nosotras, y seguirmos tejiendo. Macramé de ideas. Y si hay algún punto que se suelta, porque nos distraemos del camino, no lo arreglamos, porque sabemos que el resultado final nos va a ayudar a entender que ese punto suelto es alegría y libertad de sabernos.
Artesanías conceptuales que encerraban palabras gastadas, que ya no queríamos repetirnos porque no hacía falta.
Éramos damas de nuestra alta sociedad, con plenos deseos de terapia creativa.
Artesanías conceptuales que encerraban palabras gastadas, que ya no queríamos repetirnos porque no hacía falta.
Éramos damas de nuestra alta sociedad, con plenos deseos de terapia creativa.
1 comentario:
Por suerte la terapia está autosuperándose y el proyecto expandiéndose. Que siga la colcha hasta entibiar al mundo.
Publicar un comentario